– Junio 2016 –
Por José Troncoso O.
Si piensa en cambiarse a una vivienda más cerca de su trabajo para no usar el auto –y así evitar los tacos y la restricción- y con esto ayudar a la descongestión y contribuir con el ambiente, esta decisión puede salir bastante cara, publicó ayer DF FULL.
En la Región Metropolitana, los principales polos de oficinas son el centro histórico, Ricardo Lyon, Torres de Tajamar, Barrio El Golf y Nueva Las Condes, entre otros. Pero el costo de vivir en algunas de estas zonas puede ser caro, muy caro, según cifras de Portalinmobiliario.com.
Un estudio reciente de la consultora Adecco reveló que un 39% de los chilenos requiere de más de una hora para llegar a su puesto de trabajo; un 36% entre 31 y 60 minutos, y apenas un 25% menos de media hora.
Según los expertos, el tiempo que las personas emplean para llegar a sus trabajos es muy importante para su motivación y rendimiento. Un trabajador que vive relativamente cerca de su lugar de trabajo llegará a éste con más energía y buena disposición, en comparación con un colaborador que debe cruzar toda la ciudad.
Pero son opciones. Hay quienes prefieren vivir en zonas periféricas, casi agrícolas para disfrutar del campo, y otros que quieren estar al lado de su oficina para reducir al mínimo sus traslados. Todo se reduce a costo oportunidad.
Si está contemplando cambiarse más cerca del trabajo y opta por comprar, el sector de Parque Bicentenario es actualmente el que registra el valor promedio de departamentos más alto, con una media de $ 298,7 millones, mientras que el centro histórico o Santiago Centro es el más bajo, con una media de $ 70,7 millones.
Si es más cómodo arrendar un departamento, Parque Bicentenario también lidera con un rango mensual de $ 908.716, mientras que la más económica nuevamente es el centro histórico con una renta mensual media de$ 283.206.
“Los sectores más caros se encuentran en Vitacura, Las Condes y Providencia, en ese orden respectivo”, destacó el subgerente de Estudios de Portalinmobiliario.com, Nicolás Izquierdo.
Añadió que “la cercanía con los polos de oficinas en el sector oriente puede significar un plus en el precio de las propiedades gracias a la cercanía al lugar de trabajo, haciendo aumentar la demanda, pero no sucede lo mismo necesariamente en los sectores más céntricos. Esto debido a que estas zonas muestran menos atributos respecto al concepto de barrio residencial, como áreas verdes, seguridad y el acceso a algunos servicios”.
El experto destacó que Vitacura y Las Condes siempre han mostrado los precios más altos del Gran Santiago, debido que tienen mejores servicios y conectividad, entre otras variables.
Otro aspecto relevante es la renovación de edificios en estos sectores. En el centro histórico de Santiago y el sector de Torres de Tajamar, que presentan la menor mediana de precios, aún es posible ver departamentos antiguos, de más de 30 años que finalmente influyen en el valor final de venta o arriendo.
A juicio de Nicolás Izquierdo, el valor de venta de departamentos en zonas como Parque Bicentenario y El Golf debería seguir la norma del último tiempo, con un crecimiento anual en torno al 7%, o un alza un poco menor, debido al adelanto de las compras por el IVA a las viviendas que finalmente repercute también en el mercado de departamentos usados.
“Las mayores restricciones al financiamiento, del mismo modo podrían repercutir en un alza de precios más moderado”, precisó.
Respecto al arriendo de departamentos, la variación anual ha tendido a la baja, aunque se evidenció una leve alza para el primer trimestre de este año. “Es una posibilidad que los precios vuelvan a subir levemente ante un posible retorno al arriendo de un sector de la población por las mayores restricciones que tendrían para comprar”, estima el experto de Portalinmobiliario.com.
Los riesgos
El Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2016 presentado por el Banco Central, dejó en evidencia que la venta de viviendas nuevas en Santiago se redujo significativamente en los primeros tres meses del año, a la vez que los precios siguen creciendo a tasas similares a las observadas en trimestres previos.
Según el documento, parte importante de este fenómeno se entiende por el adelantamiento de compras efectuado el año pasado con motivo de la entrada en vigencia del pago de IVA por la reforma tributaria.
Además del tema impositivo, en enero entró en régimen la normativa de provisiones hipotecarias de la SBIF anunciada a finales de 2014, la cual busca limitar el impacto que “shocks” al mercado inmobiliario puedan tener en el mercado bancario.
“En este contexto, la industria enfrenta el riesgo de que los niveles de desistimiento de promesas sean mayores a los habitualmente observados”, dijo la entidad.
En cuanto a los créditos hipotecarios, el número de operaciones por deudor sigue al alza, lo que sugiere una mayor participación de inversionistas minoristas en el mercado.
El mayor temor de los empresarios del rubro es el efecto que puede tener un mayor desempleo en el país.
El informe del B. Central señaló al respecto: “Un mayor deterioro del mercado laboral podría exacerbar los riesgos” en la industria inmobiliaria.
Fuente: Diario Financiero